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Testimonios

Las enfermedades autoinmunes se pueden tratar sin medicamentos.

 

Luego de un seguimiento de 2 años de intenso y progresivo dolor articular, que no me dejaba mover, en Noviembre de 2012 fui diagnosticada con artritis reumatoidea. Me negué a tomarme el medicamento recetado ya que al investigar en internet me di cuenta que dañaba el hígado y riñones en corto tiempo así que busqué alternativas e inicié tratamiento de acupuntura con la doctora Natalia Zarama. Los efectos comenzaron a verse a las pocas semanas y física y mentalmente empecé a sentirme diferente, a sentirme viva, con mucho menos dolor y más energía. 

Puedo afirmar que la combinación de acupuntura, ejercicio suave, acompañados de una muy buena actitud y amor por la vida han sido la clave para ir superando esta enfermedad. Recomiendo a ojo cerrado este tratamiento porque le ha dado un giro completo a mi vida y ahora me siento de maravilla. Ojalá este saber se  siga replicando y más personas con enfermedades autoinmunes opten por la medicina alternativa.

María Paula Camelo

Recuperé mi mano.

 

Todo comenzó con la carrera por bañarme en cinco minutos que me llevó a  enredarme con la cortina y terminé en el suelo dando alaridos. Mi muñeca comenzó a hincharse y decidí que era hora de visitar el médico. La radiografía mostró una pequeña fractura del radio a la altura de la muñeca, donde hay un montón de huesitos. El médico me dijo que tocaba inmovilizar la mano durante seis semanas. Pasado ese tiempo me mando a fisioterapia para rehabilitar el movimiento de la muñeca y ahí comenzó mi calvario. No podía mover la muñeca y cuando volví donde el médico puso mala cara y dijo que eso era un síndrome doloroso regional complejo y que esa era una causa de incapacidad permanente muy común. Prácticamente me dijo que me iba a quedar con la mano tiesa, con un color maluco y un dolor muy molesto de por vida. 

En vista de este diagnóstico tan cruel, vencí mi miedo por las agujas de acupuntura y me sometí al tratamiento de la Dra. Natalia. Me aplicó acupuntura, laser y moxibustión durante varias sesiones.  A las pocas semanas mi mano comenzó a soltar y en unos meses logré recuperar la movilidad completa.

Cuando volví al ortopedista el hombre no lo podía creer y me confesó que él creía que yo iba a quedar incapacitado de por vida. Yo estoy muy agradecido con la Dra. Natalia que me permitió recuperar mi mano para poder seguir escribiendo mis guiones.

Ernesto Zarama

La acupuntura como buena opción para manejo de enfermedades durante el embarazo. 

 

Después de haberme tomado cerca de 60 pastillas recetadas por la EPS para remediar una enfermedad renal con resultados negativos, nerviosa por encontrarme en embarazo, acudí a la Dra. Natalia. Me reusaba a tomarme los nuevos medicamentos formulados por la EPS que intensificaba la dosis y la cantidad de pastillas, además ya había sido curada por la Dra. Natalia de trastornos como ansiedad, dolor de espalda, falta de sueño, constante gripa, dolor de ovarios, entre otras dolencias.

La Dra. Natalia me sugirió realizar sesiones diarias durante una semana de acupuntura, con la advertencia que si el tratamiento no lograba acabar con le infección, acudiríamos a otros mecanismos que podrían incluir medicamentos tradicionales, si estos llegasen a ser necesarios. Como acordamos, realizamos las sesiones con regularidad, acompañadas por charlas para encontrar el pensamiento que estaba alimentando esta infección y las recomendaciones alimenticias de consumir infusiones de pelos de mazorca y cramberries en capsulas. Terminado el tratamiento me realice el examen con buenos resultados, la infección renal había sido erradicada de mi organismo.

Agradezco el compromiso, dedicación y calidez con las que la Dra Zarama asume la curación de sus pacientes. Confío plenamente en su sólida formación que le permiten, antes que casarse con cualquier tendencia, utilizar todas las herramientas con las que cuenta para lograr su fin, la salud de paciente.

Mariana Pinzón

Adiós a los medicamentos y al dolor de cabeza...

 

En 2009 tuve una crisis de sinusitis, algo nuevo para mí, un dolor de cabeza me acompañaba día y noche, la solución que me brindaban los médicos tradicionales era la loratadina e inhaladores, de los que dependía para olvidar por momentos el dolor. En busca de mejorar las causas y no los efectos, después de un año y medio de dolor recibí un tratamiento por parte de la doctora Natalia, consistió en acupuntura y masajes, lo cual al cabo de unas cuantas sesiones terminó definitivamente el dolor, el uso de inhaladores y de pastillas.

Alberto Moncayo

Las agujas me "operaron" la hernia hiatal.

 

Durante más de una década padecí de gastritis. Esta se hacía acompañar de reflujo, hernia hiatal y esofagitis,  como lo develan endoscopias del año 2005 y 2008. En el servicio médico  (E.P.S.) me recetaban cantidades alarmantes de omeprazol,  y otros medicamentos, que me resistí a consumir.  En las noches al colocarme en posición horizontal, mis eructos competían con el mayor de los vacunos.  Cuando consumía un poco de licor el dolor abdominal era intenso y podía durar varios días; además contantemente se me infectaba la garganta.  En el año 2009 inicio un tratamiento de acupuntura con  la doctora Natalia Zarama.  Quien me pinchaba una o dos veces por semana.  Adicionalmente me recomienda una atención especial a la dieta diaria, al control emocional y al ejercicio físico.   Un año después  ya no padezco de reflujo,   me tomo una endoscopia  y encuentro que  el esófago no tiene irritación,  ha desaparecido la hernia hiatal y solo queda  vestigio leve de la gastritis crónica en una pequeña porción del estómago.  Por ausencia del reflujo, mi garganta no se infecta constantemente.  Las agujas han operado una transformación en mi organismo.  Y las recomendaciones de la doctora me han hecho más  selectiva en la ingesta de alimentos y más responsable en el control de mis emociones.  En resumen a pesar de no poder competir ahora con las vacas, tengo una vida más sana y una actitud más responsable frente a mi salud.  Gracias Doctora Natalia.  

Rosa Isabel Camelo

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